jueves, 2 de octubre de 2008

Filosofía Tántrica


SI EL MUNDO PRACTICASE TANTRA...


No habría abogados, porque no habría conflictos.
No habría médicos, porque no habría enfermos.
No habría vendedores de seguros, porque no habría nada que asegurar.
No habría farmacias, porque todos estaríamos sanos.
No habría dinero, porque todo lo que quisieras lo obtendrías.
No habría deseos, porque todo te pertenecería.
No habría tabúes sexuales, porque cada uno viviría orgásmicamente.
No habría políticos, porque no habría nadie a quien gobernar.
No habría psicólogos, porque cada uno sería dueño de su destino.
No habría religiones, porque Dios estaría riendo en cada corazón.
No habría muerte, porque tendríamos poderes para ver los otros planos de la vida.
No habría sufrimiento, porque seríamos sabios.
No habría dolor, porque usaríamos la conciencia.
No habría escribanos, porque la palabra bastaría.
No habría burocracia, porque la vida sería simple.
No habría rostros serios, porque la tierra sería una gran fiesta.
No habría miedo, porque elegiríamos amar.
No habría Estados, porque nos daríamos cuenta que la Tierra no es de nadie.
No habría críticas, porque estaríamos creando cosas.
No habría telenovelas ni noticieros, porque estaríamos en éxtasis al mirar el atardecer.
No habría policías, porque a nadie habría que controlar.
No habría impuestos, porque cada uno haría su parte.
No habría caos, porque reinaría el Orden Cósmico.
No habría presos, porque seríamos totalmente libres.
No habría muros, porque nadie separaría.
No habría envidia, porque estaríamos satisfechos.
No habría mentiras, porque usaríamos la inteligencia.
No habría profesores, porque nos conectaríamos con el conocimiento del alma.
No habría preocupaciones futuras, porque gozaríamos el presente eterno.
No habría apegos, porque viviríamos viajando.
No habría represión, porque en las playas estaríamos desnudos.
No habría estúpidos, porque seríamos genios.
No habría drogas, porque viviríamos en iluminación espiritual.
No habría relojes, porque el tiempo no existiría.
No habría que ganar, porque no habría competencia.
No habría competencia, porque no tendríamos el ego.
Y cada uno sería un gran artista, espiritual y libre, creando ideas, libros,
cuadros, música, esculturas y monumentos en honor y agradecimiento
eterno a Dios por el gran regalo recibido: nuestra propia vida.


Guillermo Ferrara

del libro "El arte del tantra".



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